Para mitigar un poco las ansias geek de su amigable servidor he decidido
escribir unas breves reseñas comentadas en relación al estreno de The Avengers.
Esta película es la culminación de los esfuerzos de los productores y
guionistas de Marvel Studios por brindar la experiencia de un universo cinematográfico
donde coinciden varios superhéroes o franquicias. Primero decidieron hacer
películas unitarias de cada uno de los personajes del grupo, en donde sembraron
distintas pistas que los aficionados de los cómics pudieran reconocer, para
después ir armando el rompecabezas hacia un argumento más grande o una película
más grande. Pero vayamos un poco por partes.
En la década de los 90 el mercado del cómic creció de manera asombrosa, a
este fenómeno se le conoció como el boom del cómic. Se debe en parte a la
especulación del mercado, pues en ese entonces se comenzaban a valuar a los
cómics como artículos coleccionables y mucha gente comenzó a comprarlos con la
esperanza de venderlos después por sumas considerables. Se le sumó también los
anuncios de historias que llamaron la atención de los medios de comunicación
(como la Muerte de Superman) y la llegada de talentos frescos con nuevas ideas.
Sumando el éxito de las adaptaciones cinematográficas de Superman y Batman
(entre 1978 y 1989) las editoriales vieron que era el momento justo para
comercializar las licencias de los personajes y hacerlos éxitos en las
pantallas de cine. Hay que recordar que ya habían conquistado un poco la TV con
series animadas o con actores (Spider-Man, los Superamigos, Batman con Adam
West).
Es así que Marvel, una de las editoriales con más presencia en el mercado,
decide crear/renovar su división cinematográfica: Marvel Studios, con la
finalidad de tener un control con la venta de licencias y de los personajes
para que no se alejaran mucho de lo que el publico conocía (aunque esta
división ya existía desde mediados de los 70 bajo el nombre de Marvel
Entertaintment Group no había tenido el éxito necesario en la colocación de los
personajes). Su reestructuración incluía realizar guiones, contratar directores
o armar combo paquetes que les permitieran solo llegar con el estudio y
venderle ya la mayor parte del trabajo. Bajo este esquema de trabajo logró
colocar las licencias y eventuales filmaciones de Blade (la primer película licenciada
del estudio y producida por New Line Cinema estrenada en 1998), X-Men (2000), Spider-Man
(2002), Daredevil (2003) y los Fantastic Four (2005). Casi todas estas
películas fueron negociadas y controladas a nivel producción por un solo
hombre, Avi Arad.
El éxito taquillero y de crítica no se hizo esperar pero no todo era miel
sobre hojuelas para los nacientes estudios. De los casi 1,500 millones de
dólares ganados por las dos primeras películas de Spider-Man, personaje
insignia de la editorial, a ellos solo les tocaron $65 millones. Esto motivo a
los ejecutivos del estudio a buscar financiamiento para poder producir y filmar
películas sin necesidad de vender las licencias a grandes corporaciones por lo
que buscaron recuperar licencias que no se había hecho efectivas y trabajar con
aquellas que no se habían vendido. Es así como en 2004 logran un acuerdo para
obtener un financiamiento de $525 millones de dólares para hacer 10 películas
autofinanciadas y apoyadas en la distribución por Paramount Pictures, estas
serían las cintas de Ant-Man, Captain America, Black Panther, Doctor Strange,
Hawkeye, Nick Fury, Power Pack, The Avengers, Nick Fury y Shang-Shi. Todas
estás serían aseguradas para que en caso de pérdidas considerables, pues pocos
personajes eran conocidos, no afectaran las finanzas de la editorial o los
Marvel Studios. En 2005 lograron recuperar también las licencias de Iron-Man,
Black Widow y Thor (esta última con el apoyo de Paramount). Después de mucho
trabajo y algunos otros movimientos corporativos (Avi Arad el entonces hombre
fuerte del estudio renunciaría en 2006) en marzo de 2007 iniciaría la filmación
y producción formal de su primer filme: Iron-Man…
Esta historia continuará…
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