viernes, 9 de marzo de 2012

Una historia de películas


El cine es para mi mucho más que imágenes en movimiento. No puedo decir que sea una forma de vida pero si es una parte muy importante de la misma. No puedo recordar cual fue mi primer contacto con él pero si recuerdo las tardes de los fines de semana donde acudía con mi familia a ver las películas animadas de Disney al actual Teatro Hipódromo-Condesa, el cual antes era un cine, que fue testigo mudo de esas memorias fílmicas de un león que cantaba, una sirena que deseaba ser humana, del mago que se le aparecía a una familia de varios miembros, etc.

Al ir creciendo esas historias de cuentos infantil se fueron mezclando con las de ciencia ficción, la de aventuras, la acción y las risas que pueden contener los diversos géneros. Conocí a también la historia del cine, que antes de que se convirtiera en lo que vi, que era silente y más una atracción de feria que un vehículo para contar historias. Vi las películas de Murnau, de Méliès, de Lugosi, de Chaplin (al que dicho sea de paso es uno de mis grandes ídolos) y me di cuenta de que todos ellos han participado en la evolución de este medio. Me encanta el hecho de que Chaplin era una persona que supo aprovechar ese medio primero para hacer reír y, cuando se dio cuenta de la importancia del cine como liberador de ideas o de propagación de historias, expresar su sentir sobre su entorno y mediante la comedia sin palabras expresar y hacer sentir al público sus reflexiones y emociones.

Después el cine entrada a las innovaciones tecnológicas siendo el sonido la primera de ellas, iniciaron los géneros musicales, muy importantes para explotar el nuevo juguete de los realizadores. Muchos empezaron a ver la obra de otros innovadores y experimentaron con el maquillaje, los procesos de montaje de fotografías o escenarios, la ventana que nos podía dar esa pantalla de retratar mundos o situaciones que de otra forma sería imposible de visitar o visualizar. Nos llevaron a galaxias lejanas, nos visitaron extraterrestres, vivimos en la selva, nos atacaron los zombis (así se escribe en español), las momias, los vampiros y aquellos cuentos que desde el folclore popular se convirtieron en grandes mitos universales.

Hoy, el cine ha perdido un poco su esencia y ha abandonado sus orígenes, que era contar historias, y los ha cambiado por grandes espectáculos llenos de artificialidad o historias sin sentido que lo que buscan es mostrar la evolución de la tecnología. Grandes clásicos han sido recontados en aras de darlos a conocer a una nueva audiencia que no cree en el cine mudo o en el cine que privilegiaba la historia sobre lo artificial. Sin embargo de vez en cuanto aparecen ciertas joyas que nos recuerdan que el cine es más que pagar un boleto o comprar una palomitas o la sala oscura que nos deja estar con la pareja.

Esta entrada no pretende ser una historia de cine ni mucho menos de clasificarlo o exponer sus debilidades, solo es una entrada que habla de cómo he sentido al mismo durante toda mi vida y que ahora cuando llevo a mis hijos y los veo emocionarse con las historias, salir jugando a lo que vieron y hasta llorar por el destino de un personaje no puedo evitar el verme a mi mismo salir de esa sala del cine y recordar por que el cine tiene ese algo que me enganchó desde un principio y que no tiene ganas de soltarme sin importar el formato en el que se vea. Lo importante no es el 3D, no los efectos ni si es en una gran pantalla o en la comodidad de mi casa... lo importante siempre serán las historias… como esta.

Saludos a todos.

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Cerrar ciclos?

Si uno busca esto de cerrar ciclos en internet se encuentra como con mil blogs que hablan de relaciones personales y muchas frases muy trilladas, una de las que me gusta dice "El punto es, que para abrir una nueva puerta, es necesario cerrar la anterior. Si vamos dejando puertas abiertas a lo largo de nuestra vida, el camino a recorrer se mezcla con el recorrido, y los pendientes nos van pasando la cuenta", en cuanto incié a leer esa línea recorde de a Nicole cerrando puertas en Los otros, pero ese no es mi tema, creo que eso que dice ahí es muy cierto.

Verán siempre fuí una niña muy feliz, contenta, con propositos y cuidadosa de las reglas, cuando no las cumplia siempre procuraba dar uno o dos pasos atrás corregir el error y seguir adelante, nunca fui de darles la vuelta o dejarlos pasar, tal fue que despues de dedicarme a echar desmadre el 6to de prepa (aunque mi cabeza dice que todo empezó el 5to) decidí cerrar bien mi ciclo y resextee mi preparatoria con 9 y 10 de calificación y hasta concurso interpreparatoriano de griego y latín, valga en ese montento decía que si me iba a regresar a hacer las cosas las iba a hacer bien y no iba a hacer fregaderas.. y siempre cumplí esa regla.

El caso es que en estos momentos de ocio y desempleo, es cuando uno se pone a analizar su vida, y me empiezo a dar cuenta por donde se empezó a fugar mi energía y empecé a dejar cabos sueltos, cosas inconclusas y puertas abiertas, esto en mi imaginación es como leer Harry Poter y la Orden del Fénix y ver que no puedo abrir otra puerta hasta que cierre las anteriores, soy mejor bruja que Hermione porque logre abrir muchas sin cerrar otras, pero ya no puedo abrir más, tengo que darme la vuelta ver a mi alrededor y empezar a cerrar todas las anteriores, creo que solo así se va abrir la que sigue o por lo menos eso es lo que este estancamiento me hace pensar.

Puedo decir que es algo del cosmos, karmatico, equilibrio, lo que sea... el punto es que en vista de que no más no he podido avanzar para adelante creo que es momento de voltear atrás y terminar muchas cosas que deje al aire... creo que iniciare con una obra que dejo el Paraíso sin pasto que como me pesa en la conciencia la mendiga y despus seguiré con la larga lista...

Ahí les encargo.

CEX

PD: Mi hijo odia a su mamá 24x7 porque se sienta a hacer las tareas con él :(