Le quisieron poner: Oklahoma! The tragedy.
Pero la nombraron: Agosto. Condado Osage.
Una de las obras más actuales de la dramaturgia norteamericana, ganadora del Premio Pulitzer a Mejor Drama y del Tony a Mejor Obra en el 2008, llega al Teatro San Rafael en una de las zonas con más tradición teatral en nuestra querida capital. Escrita por Tracy Letts, traducida por Susana Moscatel y Erick Merino, nos narra la historia de una familia que vive en el estado de Oklahoma, en pleno centro de los Estados Unidos, y de como lidia con el suicidio, la adicción a medicamentos, el acoso sexual, la pedofilia, el incesto y la infidelidad. Todos estos temas sazonados con un poco de comedia brindan, sin duda alguna, una de las mejores obras que se han escrito en esta época moderna.
Uno de los aciertos de esta obra es sin duda la escenografía que nos remite a una casa común, con sus estudios y cuartos a la cual somos transportados apenas al entrar al teatro. Junto con el diseño de luces, que crea una intimidad entre el elenco y el público, nos convertimos en meros espectadores de una semana en donde la familia sufre una pérdida que provocará que todos sus secretos sean contados y de como logran resolverlos. Es tal esta intimidad que viviremos discusiones familiares al más puro estilo de la realidad, como si estuviéramos viendo una discusión entre nuestra madre y uno de nuestros hermanos. Completando el cuadro esta una dirección excelente basada en detalles que enriquecen la experiencia, como ver a la empleada domestica limpiando al fondo de la escena mientras se realiza una escena en proscenio, o un excelente manejo de los planos para darle importancia a cada discusión cuando estas se realizan al mismo tiempo.
La calidad del elenco es dispar pues pese a que cuenta con grandes actrices (como Blanca Guerra y Lilia Aragón) nos topamos también con actores que les falta presencia escénica (Flavio Medina y Alma Escudero) así como aquellos que parece que son ellos mismos en escena (Paco de la O). El resto del elenco es bastante aceptable y entregan unas actuaciones dignas sobresaliendo las de las ya mencionadas y sumándose María Renée Prudencio en su papel de la hija de en medio a la que siempre se le cuestiona y Sherlyn la adolescente que vive una desintegración familiar y un posterior acoso.
Una obra altamente recomendable que hay que apurarse a ver pues no le auguró una gran temporada en cartelera. Y no es por que sea una mala propuesta o un enorme fracaso si no por que los temas que aborda son aún tabú en la sociedad mexicana. A eso hay que sumarle nuestra enorme capacidad de reírnos de lo trágico, como cuando en una escena clímax de la obra el público prefiere reír de la acción realizada por la actriz que darse cuenta de lo trágico del momento. Aún así sus 2 horas y media de duración los tendrán en una mezcla de risas y sentimientos encontrados que no los dejaran indiferentes.
Si quieren pasar una buena tarde de teatro se presenta los viernes a las 20 hrs., los sábados a las 17 y 21 hrs. y los domingos a las 18 hrs. les aseguro que no se arrepentirán. El costo es un poco excesivo ($450 planta baja y $400 en el primer piso) pero vale mucho la pena.
"Y cuando todos ustedes se vayan, ¡Yo seguiré aquí!"
Pero la nombraron: Agosto. Condado Osage.
Una de las obras más actuales de la dramaturgia norteamericana, ganadora del Premio Pulitzer a Mejor Drama y del Tony a Mejor Obra en el 2008, llega al Teatro San Rafael en una de las zonas con más tradición teatral en nuestra querida capital. Escrita por Tracy Letts, traducida por Susana Moscatel y Erick Merino, nos narra la historia de una familia que vive en el estado de Oklahoma, en pleno centro de los Estados Unidos, y de como lidia con el suicidio, la adicción a medicamentos, el acoso sexual, la pedofilia, el incesto y la infidelidad. Todos estos temas sazonados con un poco de comedia brindan, sin duda alguna, una de las mejores obras que se han escrito en esta época moderna.
Uno de los aciertos de esta obra es sin duda la escenografía que nos remite a una casa común, con sus estudios y cuartos a la cual somos transportados apenas al entrar al teatro. Junto con el diseño de luces, que crea una intimidad entre el elenco y el público, nos convertimos en meros espectadores de una semana en donde la familia sufre una pérdida que provocará que todos sus secretos sean contados y de como logran resolverlos. Es tal esta intimidad que viviremos discusiones familiares al más puro estilo de la realidad, como si estuviéramos viendo una discusión entre nuestra madre y uno de nuestros hermanos. Completando el cuadro esta una dirección excelente basada en detalles que enriquecen la experiencia, como ver a la empleada domestica limpiando al fondo de la escena mientras se realiza una escena en proscenio, o un excelente manejo de los planos para darle importancia a cada discusión cuando estas se realizan al mismo tiempo.
La calidad del elenco es dispar pues pese a que cuenta con grandes actrices (como Blanca Guerra y Lilia Aragón) nos topamos también con actores que les falta presencia escénica (Flavio Medina y Alma Escudero) así como aquellos que parece que son ellos mismos en escena (Paco de la O). El resto del elenco es bastante aceptable y entregan unas actuaciones dignas sobresaliendo las de las ya mencionadas y sumándose María Renée Prudencio en su papel de la hija de en medio a la que siempre se le cuestiona y Sherlyn la adolescente que vive una desintegración familiar y un posterior acoso.
Una obra altamente recomendable que hay que apurarse a ver pues no le auguró una gran temporada en cartelera. Y no es por que sea una mala propuesta o un enorme fracaso si no por que los temas que aborda son aún tabú en la sociedad mexicana. A eso hay que sumarle nuestra enorme capacidad de reírnos de lo trágico, como cuando en una escena clímax de la obra el público prefiere reír de la acción realizada por la actriz que darse cuenta de lo trágico del momento. Aún así sus 2 horas y media de duración los tendrán en una mezcla de risas y sentimientos encontrados que no los dejaran indiferentes.
Si quieren pasar una buena tarde de teatro se presenta los viernes a las 20 hrs., los sábados a las 17 y 21 hrs. y los domingos a las 18 hrs. les aseguro que no se arrepentirán. El costo es un poco excesivo ($450 planta baja y $400 en el primer piso) pero vale mucho la pena.
"Y cuando todos ustedes se vayan, ¡Yo seguiré aquí!"