Hacia el 2012

Después de días de incertidumbre la ciudad de México ha vuelto a la normalidad. Que si el virus fue cierto, que si no y todas las demás teorías de conspiración y compló se han quedado guardadas hasta el próximo brote de lo que sea que nos toque. Me he dado cuenta que me nos ha tocado una época histórica como generación, la caída del muro de Berlín, la muerte y la elección de un jerarca católico, tsunamis, cambios climáticos, epidemias, el "fin" de la dictadura de Fidel en Cuba, el primer presidente afroamericano del vecino país del norte y muchísimos eventos más que generaciones posteriores considerarán como parte del cambio que a ellos les toque vivir en este poblado y cada vez mas cambiante planeta.

Habrá que ver como nos encaminamos a esa mítica fecha maya que le da el título a este post esperando que sea un ciclo de verdadera renovación y oportunidad para todos los aspectos necesarios para el desarrollo de la sociedad. Mientras tanto reactivemos la vida social y turística del país y de la ciudad mientras la crisis no lo permita. Regresemos al teatro (aún quedan dos funciones mas de PSP), al cine (con la temporada de verano que si bien no da las mejores películas de menos entretiene) y todos aquellos lugares de esparcimiento para matar el tedio y la incertidumbre que aun esta ahí afuera.

Pero sobre todo disfrutemos nuestra ciudad, nuestro país y la época que nos toco vivir.

Máscaras y de más

Conforme vamos creciendo vamos tomando ciertas actitudes hacía la vida, y las mismas nos llevan a caer en diversos estereotipos y aunque hay sus excepciones todos nos amoldamos a aquel que nos haga sentir seguros y que nos ayude a aparentar que somos felices (los Emo´s incluidos). Creamos nuestras propias máscaras sociales de acuerdo a nuestra conveniencia y las defendemos con uñas dientes, a veces estúpidamente otras con inteligencia, y a veces estamos tan comodos con esa máscara que creamos un armazón completo en torno a ella.

Pero que pasa cuando por X o Y nuestro armazón se ve fracturado?, y es que con el paso de los años la armadura pesa y sin darnos cuenta llega un detonador que la fractura... y no solo eso, muchas veces la rompe, de repente vemos expuesto nuestro verdadero ser... y aunque seguimos intentando reconstruir nuestro caparazón, muchas veces se queda solo en el intento... se necesita otro detonador que nos ayude a recontruir nuestra armadura, sin embargo nos queda la conciencia de que la misma tendra físuras por siempre, algunos aparentararan que su armadura esta completa nuevamente y se aferraran a ella, pero saben que no es así y que se aferran por miedo a volverse a exponer.

Despues todo el problema se reduce a dos pequeños mundos en el que me defiendo con mi armadura o en el que me expongo siendo yo.

¿Yo creo que la carne ya no estaba buena jajajaj?

A que viene todo esto? se preguntaran. Bueno todo esto salió a que me choca ver como ruedan mis lagrimas cuando veo un final feliz en una película... cuando algo me emociona (sea un buen fragmento de una obra de teatro o una gran coreografia)... digo cuantos derramarón lágrimas al oir cantar a Susan Boyle (yo puedo alzar mi mano) estoy cansada de tener ataques de risa que terminan en llanto profundo.. y muchas mas cosas que me ocasionan nudos en la garganta (a veces pienso que morire ahogada con uno)

Pero todo esto me choca porque yo no era así, de verdad... no lloraba por tonterías tan pequeñas... si me podia sentir mal con un amigo pero llorar con él estaba fuera de lo aceptable.. estaba prohibido... Siempre fui una persona ... mmm digamos fuerte... y de repenete mi vida dio un cambio muy radical.. un cambio del cual no me di cuenta que estaba teniendo hasta que fue completo...

Alzó mi dedo contra Fer... el fue el detonador.. el que no solo fracturo la armadura si no que quito pedazo por pedazo de la misma. A el se unieron un par de enanos horrorosos que suelen correr por mi sala todos los días... y cuando menos me di cuenta quede expuesta con mis miedos y alegrias... miedos que ya exprese en el post anterior... y la alegria que me a ver a mis hijos crecer y las emocionas que me embargan día a día.... Han pasado casi 9 años de que se perdió mi máscara y aun me es díficil sobrevivir sin ella cada día.. quizá el dia que acepte que lloro porque soy una cursi ridícula ese día me dare cuenta que no tiene caso seguir intentando regresar a mi máscara, por que la misma no me va ayudar a crecer al contrario me deja en un pasado que nunca volvera.

Ja, no vuelvo a comer macarrones de leche ... creo que dan la fiebre... y el sueño.. y a veces la locura XXDDDD